propiedadesdelasframbuesas

La frambuesa es una fruta deliciosa que proviene de una planta perteneciente a la familia de las Rosáceas, la cual se denomina frambueso o sangüeso. Ésta crece en las regiones de clima templado de todo el mundo, y sus frutos se caracterizan por su sabor agridulce y aromático. Este aspecto es una de las razones principales por la que la gastronomía de ciertos países de Europa emplean a las frambuesas para perfeccionar sus recetas.

El sabor no es lo único que distingue a las frambuesas. La realidad es que estos frutos cuentan con todo tipo de propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud, por lo que se constituye como un alimento recomendable para cualquier dieta. En este caso en particular, trataremos sobre todas las bondades en cuestión, para que los interesados en incorporar a esta fruta en su alimentación diaria puedan informarse al respecto.

Las frambuesas aportan cantidades considerables de fibra, lo cual mejora en gran medida el tránsito intestinal. También es una fuente importante de vitamina C, ácido cítrico, ácido elágico y numerosos minerales (como por ejemplo potasio, magnesio y calcio). Todos los componentes antes mencionados hacen que estos frutos sean tanto antioxidantes como formadores de colágeno y glóbulos rojos. También favorecen la absorción de hierro de los alimentos, la resistencia a las infecciones y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

Además de todo esto, estos exquisitos frutos de color rojo escarlata resultan refrescantes y unos excelentes estimulantes del apetito. La dosis de fibra de suministran los convierten en verdaderos protectores del organismo, debido a una especie de mecanismo que actúa «atrapando» a determinadas sustancias que son potencialmente perjudiciales para la salud. Asimismo, las frambuesas aceleran el tránsito intestinal, reducen el riesgo de cáncer de colon, mejoran el estreñimiento y disminuye las probabilidades de padecer enfermedades tanto degenerativas como cardiovasculares.

Las frambuesas resultan ideales para personas que tienen incrementadas sus necesidades orgánicas de vitamina C a causa de determinadas situaciones, como por ejemplo el embarazo, la lactancia, el tabaquismo, el consumo de ciertos medicamentos,
el estrés, la práctica intensa de actividades deportivas, patologías inflamatorias crónicas e incluso enfermedades como cáncer y Sida.

Estas frutas, que se suelen emplear en la industria farmaceútica para mejorar el sabor de algunos remedios, también son beneficiosos para individuos que sufren hipertensión arterial o afección de vasos sanguíneos o corazón. Como si esto fuera poco, este alimento ayuda a tener las uñas, el cabello y la piel en buen estado. En conclusión, es más que evidente que las razones para consumir estos pequeños frutos son más que suficientes.

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